a) Antecedentes y problemas que se pretenden solucionar.
La actual Ordenanza reguladora de la tenencia de animales de Viladecans fue aprobada por acuerdo del Pleno de 28 de enero de 2010 y publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona el 22 de abril de 2010.
En los últimos años se ha observado un incremento en el número y diversidad de animales que coexisten con la ciudadanía, así como una creciente sensibilidad ciudadana hacia los animales. Es necesario revisar y modificar la normativa municipal para adaptarla a esta nueva realidad con el objetivo de fomentar la tenencia responsable, la protección y el bienestar de los animales, así como mejorar el régimen disciplinario y garantizar la convivencia ciudadana y las condiciones higiénico-sanitarias y de seguridad de la ciudad.
b) Los objetivos que se pretenden lograr.
-Cumplimiento de la norma: se considera necesario realizar modificaciones en el redactado para poder acercar la normativa a la ciudadanía, hacerla más entendedora y facilitar así su cumplimiento.
-Establecer mecanismos para proteger a la ciudadanía en los casos de agresiones de perros hacia personas, así como a otros perros.
-Garantizar el bienestar de los animales especificando las condiciones mínimas de mantenimiento.
-Incrementar el número de animales registrados en el censo del municipio hasta alcanzar el número más aproximado posible a la realidad.
-Agilizar el protocolo de actuación de agresiones con la dotación de herramientas para garantizar su cumplimiento.
-Mejorar la convivencia entre la ciudadanía y los animales, tanto los domésticos de compañía como los asilvestrados (salubridad y biodiversidad)
-Garantizar la salud, seguridad y tranquilidad de las personas.
-Implementar un régimen disciplinario claro, de fácil interpretación y sin ambigüedades.
c) Las posibles soluciones alternativas normativas y no normativas.
-Incremento de campañas informativas y de sensibilización con aspectos importantes del contenido de la ordenanza: censo, condiciones de mantenimiento y licencia para perros potencialmente peligrosos, así como aspectos de civismo como los espacios permitidos para orines y la obligatoriedad de recoger los excrementos, entre otros.
-Despliegue de un protocolo que contemple medidas cautelares para los casos de perros que hayan protagonizado episodios de agresividad hacia personas o otros animales, que proteja y mantenga informadas a las partes interesadas.
-Recoger todas las aportaciones fundamentadas de los diferentes agentes en la gestión de los animales en la ciudad.
d) Los impactos económicos, sociales y ambientales más relevantes de las opciones consideradas.
-Reducción de las sanciones emitidas por acta de la policía sobre las infracciones más comunes de la ordenanza: llevar un perro desatado o a un perro potencialmente peligroso sin bozal, entre otras.
-Reducción del número de quejas vecinales por molestias por la tenencia no responsable de perros y gatos: malos olores en los edificios, chorreo de orines a pisos inferiores de edificios y de la calle, etc.
-Reducción de la corrosión por orines de elementos de mobiliario urbano de la vía pública, como bancos, farolas, quioscos, etc., y su impacto tanto para el servicio de limpieza del espacio público como por la reducción del mantenimiento y reparación de estos elementos.
-Reducción de episodios de ataques de perros contra personas y contra otros perros.
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